A partir del 1 de enero de 2025, se implementan nuevas restricciones en el marco del Reglamento Europeo sobre Gases Fluorados (F-GAS). Estas medidas forman parte del compromiso de la Unión Europea para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y acelerar la transición hacia alternativas más sostenibles. Este reglamento no solo afecta a los fabricantes y distribuidores, sino también a los usuarios finales y técnicos del sector de la refrigeración, climatización y calefacción.

¿Qué Cambios Introduce la Normativa en 2025?

  1. Prohibición del mantenimiento con gases de alto PCA
    A partir de 2025, queda prohibido el uso de gases fluorados con un Potencial de Calentamiento Atmosférico (PCA) igual o superior a 2.500 para el mantenimiento o revisión de equipos de refrigeración. Esta medida busca limitar el uso de hidrofluorocarbonos (HFCs) más contaminantes, como el R-404A y el R-507. Sin embargo, se permitirá el uso de gases regenerados o reciclados hasta 2030, facilitando una transición gradual para los usuarios que necesitan adaptar sus equipos actuales.
  2. Restricciones en la exportación de equipos
    Desde marzo de 2025, quedará prohibida la exportación de aparatos de refrigeración y aire acondicionado que utilicen gases fluorados con un PCA superior a 1.000. Esto incluye equipos que funcionen con refrigerantes como el R-410A. Las empresas fabricantes deberán optar por tecnologías que empleen gases más sostenibles, como el R-32 o refrigerantes naturales como el CO2 (R-744).
  3. Reducción progresiva de HFCs
    La normativa también establece una reducción progresiva en la producción y distribución de HFCs en el mercado europeo. A partir de 2025, los derechos de producción equivaldrán al 60% de la media anual registrada entre 2011 y 2013. Esta disminución será escalonada, alcanzando solo el 15% para 2036. Este enfoque busca fomentar el uso de refrigerantes con menor impacto ambiental.
  4. Control y certificación obligatoria
    Los operadores y técnicos que trabajen con equipos que contengan gases fluorados deberán garantizar que cumplen con la normativa y estar debidamente certificados. Además, los equipos con una carga superior a 5 toneladas equivalentes de CO2 tendrán que ser revisados periódicamente para evitar fugas.

 

Impacto para el Sector y los Usuarios

Estas restricciones tienen como objetivo reducir significativamente las emisiones de gases fluorados, responsables de un alto porcentaje del calentamiento global. Sin embargo, también suponen un reto para la industria y los usuarios:

  • Fabricantes y distribuidores: Tendrán que adaptar sus catálogos de productos a las nuevas normativas, incorporando refrigerantes con bajo PCA o naturales.
  • Usuarios finales: Aquellos con equipos antiguos deberán evaluar la posibilidad de sustituirlos o adaptarlos a nuevos gases regenerados antes de 2030.
  • Técnicos: Deberán estar al día en formación y certificación para manejar los nuevos refrigerantes y cumplir con los requisitos legales.

 

Alternativas Tecnológicas Sostenibles

La normativa F-GAS también fomenta la adopción de refrigerantes más sostenibles, como:

  • Refrigerantes naturales: CO2 (R-744), amoníaco (R-717) e hidrocarburos como el propano (R-290).
  • HFCs con bajo PCA: Opciones como el R-32 o mezclas de HFO (hidrofluorolefinas), que tienen menor impacto ambiental y cumplen con las normativas.

La normativa F-GAS 2025 refuerza el compromiso de la Unión Europea para reducir el impacto ambiental de los gases fluorados. Aunque estas medidas suponen un reto para la industria y los usuarios, también representan una oportunidad para avanzar hacia tecnologías más limpias y eficientes. Adaptarse a estos cambios será clave para garantizar un futuro sostenible en el sector de la refrigeración y la climatización.

Fuentes: